viernes, 7 de agosto de 2015

Del 6 de agosto del 1957... a hoy

No sé que canción sonaría en la radio por aquel entonces, ni tampoco la bebida que estaba de moda, pero ese día marcó mi vida... Ya que era el comienzo de las andanzas de mi padre.

Hay días en los que sigo pensando en qué pensaría de mí, si estuviese aquí, si siguiera entre nosotros. Cómo nos hubiéramos llevado? Su rectitud hubiera ganado a mi rebeldía? Seguiríamos yendo a buscar a mi madre juntos para recordar buenos tiempos? O éso habría quedado en el olvido porque ha sido algo que se ha ido repitiendo con el paso de los años? habiéndose convertido en rutina y no sería un hecho tan importante en nuestras vidas.

Esos días son, por suerte o por desgacia, los que menos, y digo por desgracia porque cada vez le recuerdo con menos frecuencia, y éso no mola nada. Pero por otra parte, la de la suerte, la de la vida, hay que seguir adelante, y es lo que probablemente hubiera preferido que hiciera, lo que me dedico a hacer cada vez con mayor frecuencia... disfrutar de la vida, dejar el pasado atrás y crear un presente, y un futuro con la cabeza alta e intentando llevarle conmigo en cada palabra, al igual que de mi madre. Les respiro. Les quiero. Les estoy eternamente agradecido y, definitivamente, soy ELLOS. Aunque una versión actualizada, con sus propios pensamientos y vivencias, con otras prioridades... Cada uno vive la vida a su manera, llevando a los otros en su piel.

Ojalá supiera como llevarme mejor con los que están... Llevarse bien con los que no están es muy sencillo, no tienen poder de replica. Pero los que están nos aguantan y nos quieren a diario, que éso es mucho más de lo que pueden hacer los que no están. Y los que están también tienen lo suyo. Todos tenemos marcas en las alas de aquella batalla.

Si pudiera volver atrás, probablemente me hubiera quedado con construir un futuro, no quiero aferrarme al pasado, quiero vivir mi vida, no la de los demás. Si pudiera, la iría a buscar, nos iría a buscar, al mismo momento, no quiero antes, nos contaría unas cuantas cosas al oído, y seguro que todo saldría exactamente igual... Siempre fuimos un trueno. Siempre me gustaron las tormentas, siempre me gustaron las naranjas ácidas... Y siempre me provacará una sonrisa pensar en naranjas ácidas. :) .

Si pudiera volver atrás, no estaría escribiendo ésto.


Ésto sólo puede conducir a un lugar...

Con sus luces y sus sombras.


Siempre la locura me susurra al oído.



Buscando la felicidad dentro, a ver si sale de algún rinconcito...

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