viernes, 11 de octubre de 2013

Bribriblibli

Soy imbécil, desde siempre, y no lo puedo evitar. Hago cosas que, aunque sé a ciencia cierta que me van a hacer daño, no puedo evitar hacer. No sirven de nada. No me conducen a nada, pero las hago.

No sé por qué, o bueno sí, pero sé que no debo hacerlas. Pero mi cabeza va por otro lado y las hace... No puedo dejar de visitar sitios donde sé que no voy a encontrar nada bueno, no puedo dejar de viajar a lugares donde jamás volveré a estar, no puedo dejar de velar sueños deshechos... Mi corazón no me deja.

La fidelidad es un tema muy complejo, aún pasado el tiempo se puede ser fiel a alguien. Se pueden ignorar otros cuerpos, por bonitos que sean que quieran entrar en tu vida, se pueden dejar pasar trenes que sabes que no volverán a pasar, las cosas a veces son muy complejas, y sinceramente, creo que he perdido el control de todo mi cuerpo, cabeza y corazón dirigen el cotarro, unas veces le toca a una y otras a otro, yo simplemente me limito a observar con parsimonia los devenires que éstos van trayendo día a día a mi extraña vida, unos días en lo alto de una montaña rusa y otras bajando a los oscuros fondos de mi alma... Así es mi vida, así soy yo.

Y en el fondo... muy en el fondo... me encanta ser así.

Si fuera demasiado hijo de perra, estaría quemando recuerdos... Si fuera de otra manera, no sé donde estaría... Pero supongo que aquí no.

En el fondo, mi equilibrio imposible es un caos ordenado para que, a través de días de mierda y días increíbles, me dé cuenta de que la vida es ésto, una puta noria. Ni todo lo bueno del mundo es eterno, ni todo lo malo, así que...... Bailemos!!! Bajo el sol o lluvia, corriendo en la nieve y haciendo un ángel o peleando en el césped. Pero no dejemos de bailar, porque la vida sería demasiado gris. Y el gris... me mata!

De tanto pensar, de perder el tiempo... de tanto privar... por poco reviento...

Me vuelvo a quedar sin Sol, sin Sol, sin Sol....

No hay comentarios:

Publicar un comentario