miércoles, 30 de octubre de 2013

La vida es muy extraña...

Cuánto peor va mi vida, más sufro y más perdido estoy... Es cuando más cerca estoy de lo que soy, de lo que siento, de lo que quiero ser... Es una basura. Es cuando mejor escribo. Cuando no tengo ganas de nada, parece que es la única manera que encuentro de ahogar mis penas y estar en paz... Así no podré ser feliz en la vida, aunque la persona que más me conoce me haya dicho muchísimas veces lo contrario... Es increíble que siga siendo la única que cree en mí, después de todo.

Siempre buscando algo más, siempre desafiando a todo, a todos, nunca conforme con nada, es difícil vivir así. Espero que algún día encuentre la manera de dejar de hacer éso y centrarme en ser feliz, formando algo, lo que sea, pero que no me de miedo dejar que crezca, ser débil, temer por perderlo, es la historia de mi vida... La franqueza a veces es por enajenación propia, no me deja ver lo que realmente es, no soy capaz de ver por qué hago las cosas...

La gente tiene miedo a los cambios, y yo el primero. Aunque me gusten y traigan emociones nuevas a tu vida, no soy capaz de dejar las emociones viejas, porque las considero mejores que las nuevas, aún con menos emoción, son fiables, sanas, duraderas... Al final todo el mundo se acomoda, y no a una buena vida, no, si no a la estabilidad, a dejar los sobresaltos a un lado y elegir el camino más tranquilo, aunque difícil y lleno de obstáculos e historias, pero el más sosegado posible.

Más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer. Nunca había entendido ese dicho al 100%, y ahora creo que ando por el 324%, ja! Al final, hasta los espíritus más rebeldes acaban aceptando el ser domesticados, y yo éso, no lo he aceptado en la vida. Lo mismo es hora de aceptar que algún día debe pasar. No soy el poseedor de la verdad, aunque muchas veces lo crea. No soy la persona que digo ser, soy el que soy, lleno de defectos y de buenos propósitos que se quedan en nada; lleno de sombras y claros; lleno de luchas internas; lleno de miedos, muchos; pero con unas ganas de vivir increíbles, y con mis cosas buenas, claro que sí, soy capaz de dar todo por alguien o por los míos; soy capaz de hacer la vida más sencilla a las personas [aunque deban aceptar que se la complique mucho en otras ocasiones]; sé abrazar y escuchar; no me da miedo llorar delante de nadie, ya no. Soy un diamante en bruto, muy bruto, que desea ser tallado para brillar más, pero que jamás podrá llegar a ser perfecto, primero porque no quiero, y segundo porque es imposible. Al final las personas nos enamoramos de defectos, y es lo más bonito de la vida, aunque también sea muy extraño... Yo siento amor cada vez que veo un lavabo lleno de pelos cuando me corto la barba, porque era un defecto entrañable de mi padre, y desde entonces, siempre que lo hago, miro hacia abajo y sonrío, porque está conmigo cada vez que hago éso. Al igual que éso, está conmigo en muchas otras cosas a lo largo del día, o de los días, yo no olvido, yo siempre recuerdo, y acordarme de los defectos de las personas es de las cosas más bonitas y extrañas que hay. :)

Siempre luchando contra lo que debo y lo que no debo hacer... No es el momento, pero cuando llegue, será la paz merecida del guerrero después de luchar en su mayor batalla... consigo mismo.

Tengo miedo de verte 
necesidad de verte 
esperanza de verte 
desazones de verte 

tengo ganas de hallarte 
preocupación de hallarte 
certidumbre de hallarte 
pobres dudas de hallarte 

tengo urgencia de oírte 
alegría de oírte 
buena suerte de oírte 
y temores de oírte 

o sea 
resumiendo 
estoy jodido 
y radiante 
quizá más lo primero 
que lo segundo 
y también 
viceversa.

Mario Benedetti

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