miércoles, 16 de octubre de 2013

Zas! Y recuperé las ganas de vivir...

A veces sólo se puede despertar de una manera... Y así fue. El 26 de septiembre desperté de un largo letargo...

Me encontré en un hospital, rodeado de gente que no conocía, con una clavícula rota, una brecha en la cabeza y una jodida sonrisa en la cara.

¿Por qué? No lo sé. ¿Estoy loco? Tal vez, pero no lo creo, no al menos en el sentido literal de la palabra...

Siento que no sé vivir sin ser feliz, porque me comen mis demonios si les alimento y mis ángeles no son capaces de salvarme entre tanto caos... Pero cada día que pasa los demonios tienen menos de qué alimentarse y más que temer. Estoy lejos de estar bien, pero mi cuerpo lo nota, yo lo siento, cada día falta menos para mi vuelta al mundo!

Muchas veces no sé realmente lo que pongo, y por qué lo hago, y ni si quiera tiene un sentido a veces fuera de mi cabeza, pero escribo, suelto lo que me pasa, y me gusta, me desahogo, aprieta menos el corazón y la cabeza puede respirar...

Creo que desde que tengo la cicatriz me aprieta menos el pecho, yo creo que me han liberado espacio... o como dice mi amigo Emilio me han dejado la cremallera para ponerme y quitarme el corazón a mi antojo! :) Así que he decidido sacármelo, sin vomitarlo esta vez ha salido mucho mejor, para así vivir más tranquilo, en el presente y sin complicaciones. No necesito dárselo a nadie, no lo regalo, es mío, mi bien más preciado, y de momento lo tengo en una urna, intacto, latiendo, pum pum, pum pum, pum pum....... Sigue esperando...

Cada día intento ser positivo, optimista, sonreír... Y centrándome en éso ahuyento a los demonios, que se van a ocuparse de otras cosas.

Odia el crimen, no odies al criminal.

El día que pueda poner esa frase en mi vida, cambiaré, dejaré la ira y la rabia se desvanecerá... Ese día aprenderé a perdonar. Pero de verdad. Y sólo puedo perdonar a las personas que quiero, no al resto.

Y estoy aprendiendo a hacerlo, pero sobretodo a perdonar-me, por todas las cosas malas que he hecho, o las buenas que he dejado de hacer, o las que podía haber hecho, o las cosas que me podía haber ahorrado o las que nunca deberían haber salido a la luz, o... tantas cosas... que es difícil poder hacerlo, pero cada día me perdono un poquito más a mí mismo por no haber sabido estar a la altura de las consecuencias. Si he aprendido ésto después de todo... no voy tan mal. El siguiente paso es quererme, quererme mucho más, para así poder querer bien a los demás. Y en éso estamos...

Si realmente supieras que cada vez que vas a jugar ibas a ganar... seguirías jugando? cuánto tiempo? Me encanta perder, no puedo remediarlo, "soy un loser un perdedor... y éso me pone tan caliente...". También me gusta ganar, ojo, pero cuando pierdo, me dan muchas más ganas de seguir jugando para poder conseguirlo... Así se llama la atención de un masoca! ja!

Hora de dormir, o de intentarlo.

-A qué tienes miedo?
+A mí. A quedarme solo en la oscuridad conmigo mismo... Éso es muy chungo colega! Ja, ja.

Así me siento, reflejado en los demás, como la Luna, que no es capaz de brillar por sí sola, necesita al Sol para que la alumbre...

Bendita pelea entre Sol y Luna toda la vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario